Piense en los espacios seguros que funcionan para usted. Recuerde que esto podría ser cualquier cosa que ayude a protegerlo, nutrirlo o elevarlo; tienden a tener muchas formas y tamaños diferentes. Por ejemplo, podría ser una persona en particular o una mascota. O puede encontrar que un lugar o una actividad le brindan comodidad. O quizás algo menos tangible, como pensar en una experiencia anterior o recordar un lugar que visitó que tiene un significado especial para usted.
Conozca sus espacios seguros.
La vida puede ser dura, llena de todo tipo de desafíos y experiencias difíciles que pueden surgir sobre nosotros en cualquier momento. Todos necesitamos un elemento de resiliencia para superar los momentos difíciles de la vida, y especialmente en el trabajo. Los espacios seguros que nos brindan la oportunidad de sanar y reflexionar pueden ser una parte importante de la construcción de esta resiliencia.
Instrucciones.
Paso 2.
Cuando encuentre su espacio seguro, reduzca la velocidad. Intente definirlo: observe qué es e incluso intente nombrarlo. ¿Siempre es lo mismo? ¿Qué te da? ¿Cómo te hace sentir?
Paso 3.
Piense en cómo puede usar su espacio seguro para sentirse más resistente. Cuando necesite usarlo, permítase experimentar sentimientos tanto buenos como malos. Luego, intente reducir la energía negativa que lo trajo aquí y concéntrese en lo positivo: piense en cómo puede expandir y preservar estos sentimientos.