Piense en un ejemplo en el que alguien le haya "presionado los botones" y haya tenido una fuerte reacción emocional. Pregúntese: ¿Qué lo desencadenó o lo causó? ¿Cómo te sentiste? ¿Cuál fue la emoción principal? ¿Qué experimentaste físicamente? ¿Cómo reaccionaste? Mirando hacia atrás, ¿cómo le hubiera gustado haber manejado la situación de manera diferente?
Toma el control de tus emociones.
El secuestro emocional consiste en comprender las cosas que pueden desencadenar una creencia negativa en particular y hacernos sentir deprimidos, ansiosos, sin confianza, etc. Comprender las cosas que pueden hacernos sentir que esto brinda la oportunidad de controlar estos sentimientos y recuperar un estado de equilibrio de la mente reconociendo las señales de advertencia y reintroduciendo pensamientos más positivos.
Instrucciones.
Paso 2.
Ahora intente pensar en otras situaciones en las que haya tenido un sentimiento o una respuesta emocional similar. Hágase las mismas preguntas. ¿Existe un patrón o tema común que pueda reconocer? Si está enojado, ¿cómo tiende a reaccionar? ¿Cómo reaccionas cuando estás bajo presión o te sientes estresado? ¿Cómo influyen los demás en tu forma de reaccionar ante determinados eventos?
Paso 3.
Si ha identificado un determinado patrón o desencadenante, intente explorar las diferentes cosas que podría hacer para que no tenga el mismo efecto en usted en el futuro. Piense en los mecanismos de afrontamiento que podría utilizar. ¿Qué has probado en el pasado? ¿Funcionó? Si no es así, ¿por qué cree que podría ser así? ¿Hay otras cosas que pueda hacer para ayudar a desarrollar su propia resiliencia? ¿Tómese un tiempo para reflexionar o recargue sus emociones?
Anote las ideas que podrían funcionar mejor para usted y piense cómo podría practicarlas durante las próximas semanas y meses.